El pasado 15 de abril se celebraron las pruebas de la primera fase del Rally Científico Matemático 2021; concurso de gran tradición y que en esta edición, pese a la situación actual, ha podido celebrarse.
Sumándonos a la iniciativa de alimentación saludable, se ha realizado en clase de 1 ESO una actividad consistente en calcular la cantidad de azúcar que se puede ingerir en una merienda en la que se toman una bebida azucarada, un actimel, dos donuts y un vaso de leche con cola cao.
En primero de ESO hemos querido introducir la música a la hora de resolver ecuaciones. Se han distribuido los alumnos por parejas y un compañero le comunicaba al otro los pasos a realizar para resolver una serie de ecuaciones, utilizado para ello unos temas musicales en los que el título les indicaba si debían aplicar la regla de la suma, la del producto, agrupar términos, etc.
Como aplicación práctica de las matemáticas hemos salido al patio para calcular la altura de los árboles y de otros elementos utilizando el teorema de Tales. Para ello los niños han utilizado diferentes elementos como escuadras, cartabones, varillas y cintas métricas. Tomando diferentes medidas y aplicando la proporcionalidad geométrica han realizado los cálculos necesarios para llegar a los resultados buscados.
Los alumnos de 3º de ESO han puesto en práctica la teoría correspondiente a la hora de encontrar el baricentro de diferentes triángulos. Para ello han traído una serie de triángulos de madera de distintas formas y tamaños y han hallado, primero en papel y luego en las propias figuras de madera las mediatrices, las medianas y el baricentro.
Relacionando la actividad física y la resolución de ecuaciones, realizamos en el patio para los alumnos de 2º de ESO una pequeña competición en la que , divididos en grupos tenían que resolver unas ecuaciones.
El pasado miércoles 5 de febrero comenzamos una actividad consistente en medir la distancia que separa a través de la ría de Pontevedra, el muelle de Combarro y la pasarela que se encuentra paralela a la autovía que une Marín y Pontevedra.
Salimos desde el centro y nos dirigimos a la pasarela anteriormente citada desde la que efectuamos una serie de mediciones para obtener los datos necesarios para el cálculo que nos permitiese conocer la distancia buscada.
De esa forma medimos la distancia entre dos puntos de la pasarela así como los ángulos que forma la misma con el muelle de Combarro desde dichos puntos.
Regresamos al colegio terminada la fase de recogida de datos, para en un día posterior realizar los cálculos, ya en el aula, y determinar la distancia buscada.
Al día siguiente, en el aula, terminamos los cálculos para determinar la distancia que separa ambos puntos.
La distancia obtenida fue de 3020,48 m. Utilizando la herramienta Sixpac de la Xunta se midió una distanciara de 2940 m, por lo que el error cometido fue inferior al 3%.
Ha sido una actividad con la que han podido comprobar de una manera práctica la utilización de la trigonometría para el cálculo de distancias.
Como parte de uno de los proyectos del Departamento de Matemáticas del Sagrado Corazón de Placeres, decidimos trabajar la geometría utilizando para ello una construcción llamada omnipoliedro.
Durante algunas sesiones nos dedicamos a calcular los diferentes ángulos, longitudes y áreas de los diferentes poliedros que intervienen en su construcción.
Finalmente los alumnos de 4 de ESO realizaron sus propias figuras utilizando para ello diferentes tipos de material.
Terminado los exámenes y con las vista puesta en el descanso navideño, los alumnos que cursan Tecnología de 2ºESO, entre otros, se han sumado a la Hora del Código, dedicando varias horas lectivas, programando en Scratch el dibujo de varias figuras geométricas. Dichas figuras geométricas se basaban en el trazado de círculos o polígonos (triángulos, cuadrados, rombos, pentágonos, hexágonos….) y su repetición en diferentes ángulos.
Se trataba de que los alumnos se introdujeran a la programación con bloques, comenzando por el empleo de la herramienta del lápiz y de comandos asociados al movimiento y giro en distintos bucles.
Creado el círculo o polígono, debían realizar un giro con la amplitud de su elección, y repetir el proceso al menos tantas veces como para completar un giro de 360º. Aunque resulta más sencillo su trazado mediante el uso de bloques personalizados, por tratarse de las primeras sesiones trabajando con Scratch, no se recurrió a éstos; debiendo emplear tantos bucles como necesitaran. Posteriormente debían jugar con los comandos de su elección para borrar el dibujo creado antes de repetir el dibujo, centrar dicho dibujo en la pantalla, que cada vez que se dibujase la figura lo hiciese en la misma posición… Finalmente, se les dio la libertad a la hora de crear nuevas figuras a partir de trazados más simples, no necesariamente a partir de polígonos.
Dejamos para la vuelta de Navidades el empleo de bloques de código similares los empleados con Scratch para la elaboración de diseño 3D de figuras semejantes…