«Simbología del fresco de Mater»
En 1844 una joven francesa, Paulina Perdreau, mas tarde religiosa del Sagrado Corazón, manifestaba a la Rda. Madre de Coriolis, Superiora del Convento de la Trinidad del Monte (Roma), el deseo de «hacer venir a la Sta. Virgen» pintando su imagen en uno de los muros del claustro. La Rda. Madre dudó porque la joven no conocía el arte de pintura al fresco. Pero al final le concedió el permiso.